Las lesiones musculares resultan muy frecuentes en la práctica deportiva. Te contamos qué tipos hay y cómo llevamos a cabo el proceso de rehabilitación deportiva en nuestro centro de entrenamiento personal.
¿Cuáles son los tipos de lesiones musculares más comunes?
- Contractura. Se trata de una molestia muy habitual que se caracteriza por dolor al palpar o mover el músculo afectado. En este caso, se puede producir por causas distintas a la práctica deportiva, como mantener una postura incorrecta durante mucho tiempo o llevar un estilo de vida sedentario.
- Distensión, más conocida como tirón muscular. El músculo se estira de forma exagerada y provoca inflamación y dolor, aunque las fibras musculares no llegan a romperse.
- Rotura fibrilar o desgarro muscular. En esta ocasión, se produce una ruptura parcial del músculo. Quienes sufren esta lesión experimentan una sensación de latigazo acompañada de un dolor intenso. También suele aparecer un hematoma de tamaño variable.
- Rotura muscular. Se trata de un caso grave que suele requerir cirugía. Lo más común es que se produzca en las extremidades inferiores. Provoca un dolor intenso y la persona no puede apoyar el lado afectado.
Estas lesiones musculares pueden ser de primer grado (afecta a menos del 5 % de la fibra muscular), de segundo grado (atañe a más del 5 %) o de tercer grado (cuando hay una rotura completa del músculo).
Así tratamos una lesión muscular en Training For Gold
Para la completa recuperación de tu lesión muscular, nuestro fisioterapeuta en Sevilla seguirá estas pautas en función de la fase en la que se encuentre tu dolencia.
Entre los 5 y 7 días siguientes de producirse la lesión, el músculo se encuentra inflamado. Los dos primeros recomendamos que hagas reposo y, a partir del tercero, comenzarás a realizar ejercicios isométricos con amplitudes de movimiento que no provoquen dolor. También te aconsejaremos algunos estiramientos para contraer el músculo antagonista. ¿Cuál es el objetivo? Lograr que el tejido cicatrice de forma adecuada.
Con el paso del tiempo y la ayuda del fisioterapeuta, los fibroblastos (células del tejido conectivo) aumentan y el músculo recupera poco a poco su fuerza de tracción.
Aunque a veces es inevitable que se produzcan este tipo de dolencias, la prevención de lesiones juega un papel muy importante. Por eso, recuerda calentar y estirar antes y después de tu entrenamiento.
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